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Channel: Pluma, espada y varita
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Reseña: "Ruth"

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TÍTULO:Ruth
AUTOR: Elizabeth Gaskell
EDITORIAL: dÉpoca
FORMATO: Tapa dura
Incluye postal y marcapáginas en el interior

Ruth, huérfana y aprendiz de costurera, es seducida y cruelmente abandonada por el aristócrata Henry Bellingham. Una vez «deshonrada» pierde su trabajo y es condenada a la exclusión de la llamada «sociedad respetable».

Sola en el mundo, llega incluso a pensar en el suicidio aun estando embarazada. En ese momento encuentra refugio en el hogar del vicario Thurstan Benson, que decide esconder a todos el pasado de Ruth haciéndola pasar por viuda...

Oly (pronto podréis leer su reseña en Telaraña de Libros) y yo nos propusimos leer este libro ahora que ambas lo teníamos en nuestras manos y una vez leído me pregunto por qué no lo leí en cuanto me lo compré hace unos meses, dado lo bonito que es y lo que me gusta a mí Elizabeth Gaskell. Pronto veréis dos libros más de la autora que he adquirido recientemente, pero eso será a final de mes, paciencia que no queda nada.
Elizabeth Gaskell en 1851

Ruth es la protagonista de esta novela victoriana en la que he encontrado ligeras influencias de Dickens y sobre todo de las hermanas Brontë: tiene ese mismo aire melancólico que podemos encontrar en Jane Eyre, por ejemplo. No en vano Elizabeth Gaskell era muy amiga de Charlotte Brontë, es comprensible que en el saloncito de la casa de Manchester donde vivían los Gaskell ambas amigas hablarían de literatura y el propio Dickens propondría en ese mismo salón a su amiga Elizabeth que escribiera en su revista literaria.

Ruth es una joven huérfana cuyo tutor la ingresa como aprendiza en casa de una modista para que se busque la vida y, de esta manera, desentenderse de ella. Con solo dieciséis años la chica, muy niña y muy inocente, se ve sola y abandonada, pues la maestra no tiene ningún interés en cuidar a sus pupilas. En sus días libres la chica acude a la iglesia y pasa el resto del día sola: esto es importante porque en una fiesta a la que acude con su maestra para resolver los problemas de rotos y descosidos de las invitadas conoce al atractivo señor Belingham quien se enamora de ella y se las argucia para poder pasar los domingos paseando con ella. En una de esas excursiones la patrona de Ruth es testigo del estrecho vínculo de amistad entre la chica y el caballero y da por sentado que Ruth se ha entregado a él, por lo que la acusa de conducta indecorosa y la echa de su casa. Este es el punto a partir del cual la vida de la pobre muchacha comenzará a caer en un abismo de amargura y soledad: el señor Billingham se hace cargo de ella por un tiempo, pero cae enfermo y su madre aprovecha la ocasion para separarlo de Ruth a quien abandonan en un pueblecito de Gales, sin dinero ni hogar y, sabemos poco despues, embarazada.

La pobre Ruth desesperada tiene un impulso irracional y decide suicidarse tirándose al río, pero por suerte anda por allí el señor Benson, un clérigo con problemas físicos, que pasaba las vacaciones por allí y del que Ruth se había apiadado poco antes, ofreciéndole su amistad. Benson recoge a Ruth y, aunque sabe que es una mujer indigna, siente compasión por ella, por su juventud y su ingenuidad, y urde un plan con la complicidad de su hermana: se llevarán a Ruth a Eccleston, el pueblecito inglés donde viven, y la harán pasar por una prima lejana que acaba de enviudar.

En principio la joven se sume en una profunda depresión pero después por el bien de su hijo le pide al señor Benson que la instruya para poder luego enseñar a su pequeño a ser un hombre de provecho. Pronto adelantará a su maestro y gracias a ello podrá entrar a trabajar como institutriz de las hijas pequeñas de uno de los hombres más ricos del pueblo. Decidida a hacer que su hijo se llegue a sentir orgulloso de ella, Ruth se entrega en cuerpo y alma a su trabajo y a sus niñas, aunque vive con el miedo de que algun día se descubra la verdadera historia de cómo tuvo a su hijo.

Imagino que debe ser muy diferente la impresión que obtengo yo como mujer de la de un hombre sobre un libro como Ruth. Esta es una novela sobre la mujer caída en desgracia en la sociedad victoriana por culpa de una moral despiadadamente estricta que aunque parezca mentira ha imperado en mayor o menor medida a lo largo de la Historia hasta hace no muchas décadas, moral de la que aún quedan bastantes vestigios de los que estamos intentando deshacernos aunque aun no tengamos muy difícil.


Para resumir un poco antes de entrar en materia diré que una vez más con Elizabeth Gaskell aprendo, no lecciones nuevas, dado que ya conocía a través de mis lecturas y mis estudios cómo era la sociedad en tiempos de la reina Victoria (gracias Dickens, Wollstonecraft, Stuart Mills...), pero Gaskell me aporta matices, detalles que no aporta casi nadie más, una visión de las cosas desde dentro, como ya hiciera con Norte y Sur, y además se involucra, cosa que sus contemporáneos no hacían. De hecho se acerca más a las Brontë que a cualquiera de sus colegas escritores y en el caso de Ruth se incluye a sí misma, dejando caer sus opiniones sobre lo que les sucede a sus personajes en calidad de observadora de sus vidas. Pero quitando esas escenas, Ruth no está narrado en primera persona. Además estilísticamente Gaskell se deja contagiar por las corrientes romanticistas y naturalistas describiendo los paisajes propios de Gales, del pueblecito inglés donde viven los Benson y de la aldea costera a donde acude Ruth en cierto momento, al detalle, prestando atención a las cosas que le son propias y a las creencias populares y tradicionales de sus gentes.

En Ruth tenemos personajes de todos los ámbitos sociales propios de la época victoriana en las proximidades de la revolución industrial, centrándose en un ambiente si no rural, al menos provinciano: Los Benson pertenecen a la iglesia disidente (una escisión de la iglesia anglicana), los Bradshaw (para quienes Ruth trabaja como institutriz) son miembros de la recién surgida burguesía y la nueva clase política (es cuando aparecen los partidos laboristas y otras alternativas que, antes de la revolución social que trajeron primero la revolución francesa que mató al Antiguo Régimen y luego la revolución industrial, no existían) y Sally que representa al pueblo llano y a la sabiduría popular.

Aparte de explicar muy bien aunque de forma muy sutil esta novísima forma de estratificación social en la que los Gaskell en Manchester estaban metidos como miembros de la iglesia (el marido de la Gaskell era clérigo además de escritor, biógrafo y educador de las clases obreras y humildes), bien como decía además de esto, en Ruth se habla de la gran importancia que se debe dar a la educación de la mujer, pero no únicamente en lo que se refiere a la calidad y la cantidad de conocimiento al que debería poder acceder (y que los hombres no consideran conveniente) sino tambien a la educación sobre la vida. Se trataba entonces y aún ahora si lo pensamos bien, de una sociedad que obligaba a la mujer a protegerse del peligro (que en muchas cosas era el propio hombre), aquí hago un pequeño inciso para recomendaros Tess de los d'Urbervilles de Thomas Hardy, en lugar de enseñar al hombre a no 'atacar' a la mujer; aún hoy se sigue culpabilizando a las mujeres de todo lo que les suceda (voluntariamente o no), aunque la acción venga por parte del hombre. 

Este tema de la educación de la mujer en Ruth fue una de las causas de que resultara una novela polémica entre los lectores de la época, sobre todo porque implica la creencia en la redención de la mujer pecadora que es Ruth y que es un miembro de la iglesia quien toma la decisión de ayudar a esta pobre chica a salir adelante y a luchar contra las adversidades a resultas del conservadurismo cruel y recalcitrante de la sociedad victoriana. Mientras los demás, representados por Bradshaw, dan por sentado que la función de un marido es la de 'educar' a su mujer moldeándola a su gusto, el señor Benson ayuda a Ruth a salir adelante por sí misma, sin la ayuda ni el apoyo de ningun hombre que tenga poder sobre ella. Y además recalca que en los caso de mujeres perdidas en muchas ocasiones el origen de la culpa no es de ellas: por su inocencia, ingenuidad y falta de experiencia que, volviendo al punto de partida, es consecuencia de la falta de educación.

Por último y aun dejándome algunas cosas en el tintero he considerado importante hablar del hijo de Ruth, de lo que representa para ella. En estos tiempos se sucedían algunas epidemias y enfermedades que se cebaban especialmente con los niños más pequeños: Ruth está constantemente pensando en su pequeño Leonard, en su salud y en su bienestar y aquí puedo imaginarme a la propia Elizabeth Gaskell perdió a dos de sus hijos, una niña que nació muerta y otro de sus hijos murió siendo muy pequeño, la muerte de este hijo afectó profundamente a la autora que no volvió a ser la misma desde entonces. Y esto era bastante habitual hasta hace unos 40-50 años, las madres vivían con horror las enfermedades de sus hijos y en ocasiones las familias eran tan numerosas que las madres se resignaban con la muerte de cada hijo.

Y en conclusión me ha gustado mucho Ruth porque la he disfrutado, porque Elizabeth Gaskell escribe maravillosamente, porque ya no son simplemente los personajes y sus historias, es el ambiente que rodea todo, es la forma cómo consigue que seas su cómplice, que estés en esos saloncitos viendo cómo se desarrollan los acontecimientos aunque no participes en ellos, que tomes cariño a quienes menos te lo esperas (adoré a Sally, mucho).


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